viernes, 17 de abril de 2009

Diario de Viaje Destino: Argentina Parte II : Diferencias


Les continuo a contar mi viaje a Argentina:
Embarqué el inicio de enero, se me acuerdo bien fue día cinco, en un sábado, la viaje fue unas cuatro horas sin conexiones y bien tranquila. Luego que llegue no sentí mucha diferencia con el paisaje y el clima de Brasil, en esta época allí hace mucho calor, me acuerdo que habían días que llegaba a 40 grados la temperatura. Los edificios algunos más antiguos me hacían recordar mucho los de Zona Sur del Río, y el famoso obelisco para mí era el “ Pirulito da Praça Sete” en Belo Horizonte. Pero sí habían muchas diferencias de Brasil.

La primera diferencia que sentí fue el poner del sol, en Belo horizonte en el máximo a las 19 horas ya esta oscuro, pero allí el sol empezaba a ponerse a las 21 horas. Para mí fue un poco conturbado acostumbrarme que las personas se despierten para ir trabajar a las 9 de la mañana, cenen a las 22 horas y nadie sabe cuando van a dormir.

Otra cosa que me costó mucho a acostumbrar fue con la comida. Imaginen, estaba viviendo con una venezolana en Argentina. En mi primero desayuno me hizo algo típico de Venezuela, se llama arepas, es como una torta de harina blanca de maíz frígida con varios tipos rellenos, en esto caso fue huevos revueltos con atún. Yo que ya estaba mareada con el viaje, no me atrevo a contarles como me ha calido ( tampoco hace falta comentar ¿no?). Hoy me hace falta comer las arepas.
En Argentina las papas son como nuestro arroz con porotos, hay en todos los platos. Otra cosa que les gusta muchísimo son las “milanesas” ( hechas de carne de pollo), en todos los restaurantes el plato del día era milanesas con papas. ¿ Y donde se quedaba nuestro arroz con porotos? Me dijeron un día que se podía comer en un restaurante de comida brasileña por 90 pesos ( ¡Que horror!). El arroz es un ingredientes común en las ensaladas de allí, normalmente frío, el poroto es caro y raro de se encontrar. Mi salvación fue que en Venezuela se come porotos (y negros), o sea, en mi “hogar” había porotos y yo tuve la oportunidad de hacer a la venezolana una fejoada genérica.
El transporte también me pareció distinto, no he visto ningún embotellamiento, la mayoría de las personas usan el subter que lleva a gran parte de los destinos ( pero necesita ser modernizado, algunas líneas tienen cien años) a un precio muy bueno ( noventa centavos). Los colectivos son bien primitivos, no existe un cobrador, sino una maquina donde hay que pagar con monedas (que por señal son raras), algunos brasileños que conocí se quedaban tan enfadados intentando usar a la maquina y muchas veces viajaban sin pagar (¡ Que triste ejemplo de nosotros!). Muchas veces en el subter la pasaje era gratis porque no tenían cambio.
La ultima diferencia que les quiero contar es sobre las personas en Argentina pero para esto quiero hacer un post especial.
Besos…

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