Comentario crítico del texto Venganza Académica
La manera como a ciertos lectores les importa la tarea de encontrar errores en una obra y cómo a Pérez-Reverte eso resulta un fastidio es la idea principal del texto, cuyo tema es la venganza académica que él hace contra un profesor que piensa haber descubierto un error en su obra.
El discurso del autor está dispuesto en 5 párrafos y 44 lineas. En el primer párrafo Pérez-Reverte introduce la idea del lector preocupado por detectar erratas. En el segundo valora el autor de una obra, lo dificil que es escribir y cómo que por eso no critica a sus compañeros. Es una explicación de su contrariedad por aquellos a quienes solo les gusta encontrar problemas. Con eso, en el párrafo siguiente, describe a los cazadores de erratas y cómo, hasta intentando propositalmente engañarlos, los autores no obtienen éxito, ya que los cazadores son, como dijo Pérez-Reverte, profesionales. En el cuarto párrafo llega el clímax , cuando trata del profesor que intentó corregirlo pero que solo pudo ver la otra cara de la moneda, la venganza académica. La conclusión, en el quinto párrafo, bien corta, en que vemos que el título de académico y miembro de la RAE sirvió para rechazar a un colega que se pasaba por listo.
El autor real es Arturo Pérez-Reverte, miembro de la RAE. Su texto fue extraído de internet, de un sitio cultural de La Nación de Argentina, del 01/03/2008. Él se utiliza de una estratégia de conversación con el lector ( alguna vez les he contado, linea 1, volviendo a lo de las erratas, 22 ) , acercándose al mismo, como si fuera un lector conocido. En relación a los conocimientos enciclopédicos, el autor supone que el lector sepa lo que sea un colofón de un libro ( línea 15 ) o lo que quiere decir la sigla RAE junto a su escudo y diccionario ( 39 a 41). El conocimiento enciclopédico no es la clave para comprender lo que dice el autor cuando se utiliza de jerga del mundo de la navegación. Pérez-Reverte demuestra que hasta mismo términos poco conocidos ( lugre, cabrestante, eslora , 23 a 25 ) no serán un problema para el cazador de erratas. La polifonía aparece cuando habla con ironía de los cantamañanas y tocapelotas ( línea 30 ) o de la carta del todo un profesor ( 32 ), cuando incorpora parte del texto de la carta, intentando con eso, hacer que el lector apoye sus ideas y decisiones sobre el profesor. Su punto de vista y empatía con los otros autores y el acto de escribir aparece bien claro en el párrafo 2 ,en que asocia la novela a un artefacto complejo ( línea 9 ), proceso artesano ( 9 ), como cuando afirma que tiene mucho respeto por los colegas ( línea 16).
Las marcas de subjetividad identificadas en el texto son muchas. Tenemos la utilización de modos verbales en indicativo y subjuntivo, como por ejemplo en la linea 28: Que, por mucho que sepas de algo, siempre habrá alguien que sabe más que tú. Utilización de primera persona ( casi nunca hablo en público , 17 ) , enunciados emotivos y expresivos, como los del segundo párrafo ( 16 a 21 ) y del cuarto ( 38 a 43 ). También emplea adjetivos calificativos como en las expresiones artefacto complejo ( 9 ),autores perversos ( 26 ) y bonito escudo ( 39 ). La cohesión léxica está siempre presente cuando se refiere por ejemplo al libro, a la novela, al ejemplar impreso, a la obra, de títulos. También cuando llama con ironía a los cazadores de erratas, doctores del asunto, raza aparte, cantamañanas, listillos tocapelotas. Todo para convencer al lector de que lo que hacen esos doctores no merece crédito, mucho menos el todo un profesor, aquel que recibió la venganza.
Comentario personal
Para Pérez-Reverte, una ayuda u outra que reciba del lector, para encontrar una errata, no deja de agradar al autor. Lo que no le gusta es la exageración en hacer esa area, como si fuera un trabajo de policía. Arturo Pérez-Reverte escribió el texto con subjetividad, coherencia e ironía, acercándose al lector y aclarando una opinión que suena como mía: la que dice que los cazadores de errores son personas que no merecen crédito. La verdade es que en mi opinión, ese concepto, de hace muchos siglos, de que la escritura debe ser perfecta, exacta , intocable, como algo divino, no pasa eso sí de un gran error. Esa idea todavía sigue acompañando a alumnos y profesores, que se preocupan demasiado con la gramática, con los errores, y muy poco con el contenido. Escriben no con el alma o con el corazón, y sí con el hermano diccionario, por la preocupación demasiado fuerte de cometer un error. La imaginación y opiniones propias pueden ser enormemente afectadas, así como su proceso de evolución intelectual y humano.
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Edmar, tu comentario está muy bueno. Me gustó muchísimo la estrategia de dar ejemplos sin que tuviera que hacer de tu texto una lectura fastidiosa. Lo que no haría es separar mi opinión en un apartado. Creo que ésta cabía perfectamente en el desarrollo de tu discurso. Tu comentario es bien elaborado y los puntos principales del texto original fueron contemplados. Hay algunas palabras que podemos llamar de gazapos, como verdade, outra. Son pocas, pero no dejes que la influencia del portugués salte a la vista de quien lea.
ResponderEliminarTe felicito por el trabajo, un saludo Eliana