Con el avance de la tecnología, hoy tenemos en nuestras vidas cosas que jamás podríamos imaginar cerca de diez, quince, veinte años atrás. Varios aparatos forman parte de la vida de las personas que pueden comprarlos. Aunque tengan tantas cosas, tienen también miedo de utilizarlas de manera tranquila. El peligro está en todos los hogares, en casa, en la calle. Es una cuestión que molesta. ¿Por qué? La violencia, la marginalidad crescen de manera asustadora.
Las personas hoy tienen miedo a las otras personas que no conocen. La violencia no es limitada solo a color de piel, al pobre, que a veces lleva el estigma de ladrones, de personas que hacen cosas malas. Sin embargo, el asalto hoy es muchas veces realizado de forma sofisticada, con el uso de corbatas y ropas de grife.
Lo peor es que ni en las pequeñas ciudades tenemos más tranquilidad. Los marginales se expanden, se proliferan como plagas. Las señoras no pueden más recibir sus sueldos con tranquilidad, las entregas tienen que ser bien acompañadas, los paseos con nuestros hijos más vigilados. Pero, nosotros también somos vigilados.
Una de las soluciones es contar con el “riguroso” control de la policía, aunque, también tengamos miedo a algunos. La televisión demuestra y nos asusta con eso casi todos días. Entonces tenemos que continuar a vivir la esperanza de que nuestros descendientes sean el buen futuro del país y tengan momentos de paz y disfruten de la vida con seguridad.
Las personas hoy tienen miedo a las otras personas que no conocen. La violencia no es limitada solo a color de piel, al pobre, que a veces lleva el estigma de ladrones, de personas que hacen cosas malas. Sin embargo, el asalto hoy es muchas veces realizado de forma sofisticada, con el uso de corbatas y ropas de grife.
Lo peor es que ni en las pequeñas ciudades tenemos más tranquilidad. Los marginales se expanden, se proliferan como plagas. Las señoras no pueden más recibir sus sueldos con tranquilidad, las entregas tienen que ser bien acompañadas, los paseos con nuestros hijos más vigilados. Pero, nosotros también somos vigilados.
Una de las soluciones es contar con el “riguroso” control de la policía, aunque, también tengamos miedo a algunos. La televisión demuestra y nos asusta con eso casi todos días. Entonces tenemos que continuar a vivir la esperanza de que nuestros descendientes sean el buen futuro del país y tengan momentos de paz y disfruten de la vida con seguridad.
Hola Sidney,
ResponderEliminarMuy bueno texto, bastante claro y bien argumentado. Tenemos muchas posibilidades por la tecnología. Pero, al mismo tiempo, somos rehenes de ella. La solución es cuidar de aquello que hace mucha falta en nuestro país: la seguridad (como ha mencionado).
Me gstó muchoe ltexto. El argumento es adecuado. Creo que si el gobierno no nos da las condiciones para vivir seremos encarcelados en nuestras casas cada vez más. Enhorabuena.
ResponderEliminarEliana