sábado, 31 de octubre de 2009

ARTÍCULO DE OPINIÓN – PLANETA TIERRA: MALGASTAR O CUIDAR?

Muchos temas de actualidad me preocupan, sin embargo, uno de ellos me causa tristeza y reflexión profunda: la polución de nuestro planeta y la aparente falta de providencias y soluciones concretas.
Cuando veo seres humanos revolviendo basura, buscando comida entre los desperdicios, me conmuevo y me angustio. La situación es más dolorosa todavía cuando se trata de niños. Es asustador saber que muchas de esas personas viven en los basurales, duermen, crían a sus hijos y muchas veces mueren allí. En medio de tanta inmundicia y contaminación, la vida de esos seres humanos se resume al desesperado imperativo de la existencia, mejor dicho, de la sobrevivencia. La imagen de esas vidas desarrollándose en ambientes tan polutos permite imaginar que nuestro planeta pueda convertirse en un enorme vertedero de basura, con millones de objetos contaminados y portadores de enfermedades.
Recorrer una playa bien temprano, inmediatamente después del amanecer, debería ser un encantador paseo en contacto con la naturaleza, no obstante, es deprimente observar la cantidad de basura, objetos de toda clase, y en especial de material plástico: botellas, vasos, bolsas, embalajes de champú, bronceador, cremas, seguramente llevados por las corrientes y devueltos por las mareas.
Hace apenas setenta años que el plástico existe, y no estuvo muy presente durante la primera mitad del siglo XX, pero, hacia fines de la década del 90, la presencia del plástico era increíblemente enorme, en una infinidad de productos. Años después, cuando observamos, por ejemplo, el baño de nuestras casas, podemos encontrarnos con muchísimos objetos de plástico, y sería difícil mencionar todos ellos, porque está en todo lugar y es tan común en nuestras vidas que normalmente no nos detenemos a catalogar todos los elementos de ese material. Cuando recorremos los estantes del mueble del baño encontramos frascos de champú, acondicionador, jabón líquido, crema humectante, crema esfoliante, alcohol, desinfectante, y embalajes de medicamentos. El cesto de basura está forrado con una bolsa de plástico. El cepillo de dientes y el cepillo del cabello son de plástico, así como el peine, los embalajes de maquillaje, sombra, lápiz de labios, rímel y otras cosas más. Las partículas de plástico de los esfoliantes faciales, que usamos para embellecernos y que luego retiramos con agua, pasan por las cañerías y, después de un gran recorrido, llegan a los ríos y a los mares, y pueden estar allí "para siempre". Si nuestro mundo continúa utilizando plástico de ese modo, dentro de mil años esas "utilidades" plásticas descartadas persistirán como detritos en alguna playa.
Millones de botellas plásticas son usadas todos los días por un incalculable número de personas cuyas fuentes de agua son seguras, pero prefieren utilizar una botella descartable. También cuando limpiamos la suciedad de nuestras mascotas colocamos sus excrementos en bolsas plásticas....
Nuestra sociedad descartable se transformó en un mecanismo de rotación tan alta y desenfrenada que enormes áreas de los océanos se han contaminado y hoy parecen gigantescas letrinas. Hasta los países considerados pequeños producen millones de toneladas de bolsas y otros objetos plásticos todos los meses. Especialistas en plásticos dicen que cada pedazo del material fabricado en todo el mundo durante los últimos 50 años permanece todavía en el ambiente.
Es probable que nos resulte inconcebible vivir sin el plástico pero, por lo menos deberíamos reciclarlo, aunque reciclar cuesta más caro que producir más plástico. El reciclaje precisa ser más fácil y económico, y los productos reciclados deberían recibir incentivos fiscales.
Las pequeñas mudanzas pueden hacer grandes diferencias. Si en un supermercado u otro negocio tenemos la opción de elegir entre una bolsa plástica o una de papel, no dudemos, optemos siempre por una bolsa de papel o llevemos nuestras propias bolsas de compras.
El plástico es apenas uno de los miles de productos descartables que nuestro mundo consumista produce. La industrialización y la cantidad de residuos de productos de toda índole, como por ejemplo, los restos de nuestras computadoras o teléfonos móviles obsoletos, aumentan a pasos agigantados. El dióxido de carbono está calentando nuestro planeta y al mismo tiempo ensuciando la atmósfera. Residuos radioactivos continúan sin destino y productos que se convertirán en esos residuos todavía están siendo producidos.
La población mundial crece demasiado rápidamente en relación a la producción de alimentos. La industria y los desperdicios crecen alarmantemente rápido también, por lo que la destrucción de la Tierra parece muy probable. El planeta está envejeciendo como una ropa y todos nosotros la estamos "vistiendo", envolviéndola de plástico y desperdicios. A medida que nuestro mundo se convierte en un montón de basura y polución, Dios debe mirarnos con espanto por lo que hemos hecho y continuamos haciendo. Estamos tal vez preocupados por la "cura" y despreciando la "prevención"?
Todos los seres humanos somos parte del problema de la polución, por lo tanto, todos debemos ser parte de cualquier mejora de la condición de la Tierra.
Ya es tiempo de pensar con seriedad en nuestra parte de culpa por llenar la Tierra con basura. Tengo certeza de que estamos en este planeta como cuidadores o mayordomos del mismo y, como tales, precisamos aprender a consumir menos, conservar más y cuidar mejor de lo que Dios creó con sus propias manos. No quiero estar entre los que hacen todo errado. Respetar a Dios es honrar y cuidar la obra de sus manos.

5 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo contigo. Es necesario cuidar del planeta para que las futuras poblaciones reciban un planeta habitable. Esto es responsabilidad de todos y no es necesario hacer mucha cosa, pues grandes cambios son el resultado de muchas pequeñas acciones. Empecemos por lo que está al nuestro lado.

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  2. Muy bueno el texto. Comaprto contigo la vida transformada en plástico. Es verdad muchas veces no nos damos cuenta. Me recordé la película del robocito que se quedó solo en el mundo lleno de basura. Wall-e es un personaje que nos abre los ojos para el problema mundial. Te felicito.

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