El rock argentino de 1966 a 1976: ¡De hecho Argentino!

Pajarito Zagurí

Paralelamente a las invasiones betleras, crecía una corriente de lo que seria después el origen del genuino rock argentino. Desde espacios marginales, undergrounds, como “La cueva”, emergieron sus piezas fundamentales Nombres como los de Litto Nebbia, Tanguito, Zaguri y Miguel Abuelo empezarían en este bar-teatro su carrera y allí haría sus primeras reuniones: Litto Nebbia

“En ese pequeño núcleo inicial se encontraban jóvenes músicos que luego se volverían famosos, como los rosarinos Litto Nebbia y Ciro Fogliatta, los uruguayos Hugo Fattoruso y su hermano Osvaldo, los porteños Mauricio Birabent (luego conocido como Moris), Pajarito Zaguri, Javier Martínez, Francis Smith, Pappo Napolitano, Carlos Mellino, y Alejandro Medina y los bonaerenses Miguel Abuelo y Tanguito, entre otros, así como poetas como Pipo Lernoud y Miguel Grinberg. Los Beatniks, de los cuales Moris, Zaguri y Martínez eran miembros, comenzaron a llevar al rock argentino en la lenta transición de simples imitadores a un estado musical más creativo. Formados en Villa Gesell (lugar donde se utilizó por primera vez el término "Rock Nacional"), en 1966 grabaron el que es considerado como el primer single del rock argentino: «Rebelde» / «No finjas más».”
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Rock_de_Argentina"

Después de tocar por meses en “La cueva” al fin, “Los gatos” graban su primer material que tenía “La balsa” y “Ayer no más” en 1967.
"...Porque la gente quiere luchar aproximando la guerra nuclear/
Cambien las armas por el amor /
y haremos un mundo mejor /
Rebelde me llama la gente /
Rebelde es mi corazón /
Soy libre y quieren hacerme esclavo de la tradición /
Todo se hace por interés porque este mundo esta al revés/..."
Trecho de la letra Rebelde.
En 1968 se publica “Pin up” una revista de rock y se funda el primero sello discográfico de rock argentino: Mandioca. Luego en 1969 cuatro festivales se llevan a cabo, se auto titulando de “música beat” June Sunday, Festival Nacional de Música Beat, Festival Pin Up y Festival de Música Joven.
Al mismo tiempo se forma el grupo Almendra, con Luis Alberto Spinetta (considerado unos de los tres mayores representantes del rock argentino, junto con Charly García y León Gieco). También se funda Manal, grupo de orientación más vuelta hacia el blues.
Esta época es marcada por reemplazos de bandas y varias formaciones. Almendra se separa en 70 y Spinetta forma Pescado Rabioso. De los otro miembros del grupo se forman Aquelarre y Color humano. Los Gatos, Almendra y Manal serán consideradas la “Trilogía” fundacional del rock argentino. La banda de orientación al hard rock mezclado a sonidos más sutiles, Vox Dei, graba “La Biblia”, disco considerado como uno de los definitivos del inicio de la década.
A principios de los años 70 hubo un cambio de orientación en el rock que se tornó más pesado, siguiendo la entrada del heavy metal el mundo. Pappo’s blues se convierte en la banda más influyente de su época llegando a tener reconocimiento en el exterior y tocando con B.B.King en la ciudad de Nueva York.
Por otro, En Buenos Aires acontecía el primer festival , el BA Rock. Encabezaron el movimiento:
• Gustavo Santaolalla formando Arco Iris;
• León Gieco que combinaría el rock y el folk;
• Sui Generis y el comienzo de la carrera musical de Charly García;
• Raúl Porchetto
• Pedro y Pablo, entre otras bandas.
El inicio de los años 70 es marcado por el engrandecimiento del rock argentino dándole identidad de protesta, de inclinación a buscar inspiración en el propio folklore argentino, en sus letras y actitudes, bien como en la revelación de grandes artistas en el cuadro nacional, como Vivencia Pastoral, Alma y Vida y Billy Bond. La influencia hippie llevaría a cabo el acusticazo en 1972 (año en que morería también Tanguito, icono del rock desde la época de “La Cueva”).
Entre las nuevas bandas, se destaca “Sui Generis”, encabezada por Charly García, que será la banda de mayor éxito en esta época, incluso internacionalmente. Hasta 1976 El rock argentino vive un auge de creación y producción y cambios. Spinetta está ahora con el grupo “Invisible” y Sui Generis dejaría de existir en 1975, en un concierto que reuniría 30.000 personas. De esta época se destacan las banas Crucis, Espíritu y ALAS, mientras que Pedro Aznar, Rodolfo Mederos, Raul Porchetto y un joven Alejandro Lerner.
En 1976 el gobierno democrático es desplazado por un gobierno militar y el rock sufrirá, como todas las otras áreas de la sociedad con la censura excesiva, las persecuciones y “desapariciones”. Empieza así el momento más duro de la historia reciente de Argentina. La música rock era vista como subversiva. Los rockeros y fans perseguidos. El cabello largo, símbolo de rock por excelencia, es prohibido, bien como la música. El rock argentino ahora crece, pero, de vuelta, a la escena underground.
Dictadura Argentina – 1976 a 1983
Antecedentes

Durante diez años, de 1945 a 1955, los argentinos fueron gobernados por Perón y su mujer Izabelita, que se mantuvieron en el poder por medios autoritarios y en equilibrio con los militares, la iglesia y el sindicato. Pero, un grave desentendimiento hizo que el régimen de Perón cayese. Con eso las Fuerzas Armadas implantaron un gobierno casi liberal, pero dejaron de fuera el mayor partido de las masas que era el de los peronistas. En 1966, inspirados en el suceso de los militares brasileños, las fuerzas armadas declararon terminada la experiencia democrática en la Argentina. Entonces la izquierda revolucionaria entra en escena y juntamente con los estudiantes inspirados en la revolución de Che Guevara, buscan la democracia a través de la pólvora y de la sangre. Ya en 1970 con el asesinato del general Pedro Aramburu (el responsable del golpe a Perón) los militares se ven fragilizados, lo que posibilitó el retorno de Perón al poder en el año de 1973. Perón ya con 78 años de edad y sin fuerzas para levantar banderas revolucionarias, llamó para su lado a vieja burocracia sindical de los tiempos pasados y aceptó afrontar sus ex compañeros de farda que lo odiaban. Más tarde se atemorizó con la rebeldía violenta de sus seguidores más jóvenes que no pasado él había apoyado. Juan Domingo Perón falleció en 1974 y dejó el poder en las manos de su mujer, Eva Perón o Izabelita, que no estaba preparada y que dejó manipularse por el tenebroso José López Rega, “el brujo”, que actuaba en los bastidores del gobierno y era considerado el alma maligna del peronismo.


Dictadura y Terror

“Primero mataremos todos los subversivos, luego mataremos sus colaboradores, después sus simpatizantes, en seguida los que permanecen indiferentes y finalmente los tímidos” (General Ibérico Saint-Jean, Gobernador de Buenos Aires)



El gobierno de Eva Perón no duró mucho tiempo debido a su caótica administración. Así, en 24 de marzo de 1976 la Junta de las Fuerzas Armadas Argentinas asumió la totalidad del control sobre las instituciones e implantó un terrorismo de estado como jamás el país había visto en su historia. Para el alto comando militar, la Argentina estaba en una batalla infernal, una lucha de vida o muerte, en que había distintas concepciones de ideas. De un lado la guerra era la liberación nacional y del otro era el enfrentamiento contra los infieles, o sea los comunistas.
El alto comando lanzó un documento llamado “Orden de Batalla”, que tenía como objetivo la “destrucción de las organizaciones subversivas mediante la eliminación física de sus miembros”. Para ellos los integrantes de la guerrilla eran muy fanáticos, incurables e irrecuperables, por eso, era inútil mantenerlos en la cárcel. A esa altura el país estaba sumergido en el caos. Multiplicaban los casos de extorsión, atentados contra la vida y a la propiedad, y cadáveres aparecían por todos los lados. Estaba claro que el gobierno de los militares no tenía como objetivo respetar los derechos humanos.
Por recelo la repercusión externa que darían las ejecuciones en plaza pública, se creó el Estado Clandestino, que era una estrategia del gobierno para no responsabilizarse por las muertes de las personas. Los capturados eran llevados a los centros de selecciones, y eran sometidos a varios horrores, justificándose como un medio de obtener informaciones más rápido. Había unos 240 centros de selección en toda la Argentina. Después de “seleccionados”, los presos recibían inyección o pastilla tranquilizantes, así eran llevados para el aeropuerto y embarcados para el vuelo de la muerte, de donde eran tirados al mar o an el Río de la Plata. Muchos otros fueron torturados y muertos, pero eso no era divulgado y entonces el gobierno pasaba a considerar ante la sociedad, que estas personas estaban apenas desaparecidas y nadie de la justicia hacía algo.
Durante el proceso de “reorganización nacional” los militares afirmaban que “la lucha trabada no conocía limites morales’, nadie podría sentirse a salvo, la represión criaba un vacío alrededor del subversivo, para que él no encontrase ningún refugio. El terror propuesto por el Estado fue muy grande, los militares llegaron hasta ocupar las instituciones, argumentando que las mismas alimentaban las ideas de oposición y no aceptación del gobierno. Esas instituciones eran las universidades, los sindicatos, las asociaciones de periodistas y abogados. Ni la iglesia católica se quedó a salvo.
Al cabo de seis años las Fuerzas Armadas se dieron cuenta de que aumentaban las denuncias internas y externas de sus actos violentos, intentaron entonces exaltar el sentimiento patriótico con la Guerra de las Malvinas. Pero esa guerra fue el comienzo del fin. En el día 10 de diciembre de 1983, la última dictadura de la Argentina fue sepultada por la recuperación de la democracia.
Ciertamente, la Dictadura Argentina fue la más sangrienta de toda América Latina, fueron los siete años más infelices y crueles de la vida nacional, es comparada apenas con el nazismo ocurrido en Alemania. Fue una violencia sin límites, que excedió la racionalidad y comprensión, resultando un saldo de 30.000 personas desaparecidas, un número muy expresivo comparado con la duración de otras dictaduras en el continente latino americano. Es por eso que hasta hoy la ciencia política se queda perpleja con esa parte de la historia de ese país.