domingo, 10 de mayo de 2009

Verdades y Mitos: Reflexionando Sobre La Enseñanza de Lengua Extranjera


Cuando el asunto es enseñanza de lengua extranjera (LE), es impresionante la cantidad de teorías, mitos y verdades que se presentan. Y un asunto que levanta tantas cuestiones debe ser discutido con mucho cuidado y atención. Voy a fijarme, aquí, en la enseñanza de español como lengua extranjera (E/LE).

Uno de los mitos que se presentan acerca de este tema es que, para ser un buen profesor de español, hay que ser nativo o hablar como tal. Se eso es verdad, invito a todos mis colegas futuros profesores de español y no nativos que no estudien más, porque todo nuestro trabajo no nos llevará a nada. Empecemos otro curso mientras tenemos tiempo, porque un individuo no nativo que no tenga el español por lo menos como lengua dos (L2) nunca logrará hablar como un nativo. Y si tenemos en cuenta las teorías que defienden la interferencia de la edad en la adquisición de la lengua, podemos olvidarnos de nuestra profesión, pues nuestro “período crítico” ya pasó hace mucho tiempo. Es evidente que ser nativo no hace de un individuo un buen profesor de su lengua. Es menester tenerse en cuenta su formación e instrucción para su desarrollo como profesor en el aula.

Otro mito que se presenta cuando se habla de la enseñanza de E/LE es el de que la mejor variante de español es la peninsular. Pues digo que hablar de una “mejor” variante es resucitar la ridícula idea de prejuicio lingüístico. No existe variante mejor o peor, sino variantes diferentes. Y todas esas variantes diferentes deben ser presentadas al alumno para que él elija cual es la que le parece más pertinente a su contexto.
Con respecto a la idea de que cuanto mejor se conoce la propia lengua, mejor se aprende la LE, tengo también algunas consideraciones. Son conocidos en el medio académico los estudios referentes a lo que se llama Interlengua (IL). Todos los experimentos y estudios sobre la Interlengua ya abrieron muchos caminos para los estudios y teorías actuales. Sin embargo, creo que una idea general como esa debe ser bien estudiada antes de ser aceptada o no. Es peligroso afirmar algo tan general.

Y una última afirmación sobre la cual voy a reflexionar un poco es si conocer la lengua que se pretende enseñar y seguir las indicaciones del libro didáctico es lo suficiente para una buena práctica profesional. Creo que, para contestar a esta cuestión, puedo volver a la discusión del primer mito citado en este artículo. Se consideramos esta última afirmación verdadera, estamos afirmando también que cualquier nativo está apto para la enseñanza de E/LE. Para mí, esta es más una mentira absurda. Enseñar cualquier cosa exige talento y una buena formación para hacerlo. Y ello es aún más fuerte en la enseñanza de lengua extranjera ya que en este proceso la interacción profesor/alumno es de extrema importancia. Para que haya éxito en una clase de español, es necesario un profesor apto, alumnos interesados en el contenido y un material efectivo (y atractivo).

Os presento la realidad de la enseñanza de español: un “campo minado”, lleno de verdades y mitos, de dudas sin respuestas y de ideas no concluidas. O sea, un área llena de posibilidades en la cual me encanta trabajar.

2 comentarios:

  1. Muy bien chica. Se percibe que estás aprovechando muy ben las clases de Cristiano. Vale la pena refletir acerca del asunto ya que somos futuros profesores de español. Besos

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  2. Yo no diría que es un campo minado, sino que la clase es un "campo de investigación", importante decir que tampoco podría ser clasificado como un "objeto de investigación", es un campo, espacio dónde se desarrollan distintos fenómenos. Creo que un buen profesor es un buen investigador.

    Los materiales, en dicha analogia serían los métodos, las técnicas de la investigación, las cuales deben relacionarse al caso o al fenómeno.

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