jueves, 7 de mayo de 2009

Acapulco



Queridos amigos, hoy les voy a platicar un poco acerca de mi viaje a Acapulco. Me pasé como una semana en esa hermosa ciudad. Parecía que yo estaba en el paraíso con una orla de más de cinco kilómetros. Mucho sol, el mar, la comida muy sabrosa… Acapulco es considerada un importante centro vocacional a nivel mundial. Ahí se ve gente de todas las razas, colores y culturas. Posee muchas playas bellísimas, cuyos nombres corresponden a hechos históricos, costumbres o elementos naturales como: Honda, Revolcadero, Horno, Langosta y Manzanillo. La ciudad vive principalmente del turismo, con una rama de servicios muy amplia. Bares, existen de montón. Tuvieron dos que me llamaron mucho la atención. Uno era un enorme sombrero mexicano, lleno de luces, colores, las mesas quedaban debajo de él. El otro tenía la forma de un gran barco de piratas, los meseros se vestían a carácter… Era muy interesante. Por las noches, las calles quedan llenas de tanta gente, que aprovechan el clima agradable, para disfrutar los bares, restaurantes y bailes… El hotel que me hospedé era muy bueno, me despertaba temprano e iba a la playa. Acapulco es bañado por el Océano Pacífico y el mar es muy hondo. Mientras acá tenemos que dar muchos pasos para llegar más adentro del mar, en Acapulco daba como unos diez pasitos y mis pies ya no alcanzaban tocar el hondo del mar. Por eso, en muchos lugares habían cuerdas para que los bañistas pudiesen sujétalas en caso de necesidad. En la playa también había mucha gente ofreciendo servicios como masajes, comidas, paseos, hay gente vendiendo aderezos de plata de Taxco, que es una región de México muy conocida por sus platas. Hay una diversidad muy grande de artesanías como las máscaras de madera, machetes, cajas de madera laqueadas, platerías, sobreros y figuras de cobre y bronce. No tuve la oportunidad de ver el show de los hombres que brincan de una piedra (La Quebrada) y caen en el mar, en una aventura muy peligrosa y muy divulgada en la televisión. Hice una busca de precios en la Internet y un paquete turístico para una pareja, seis noches de hospedaje, pasaje de avión y traslados en Acapulco sale más o menos U$ 1.822,00. No es muy barato, pero vale mucho la pena y lo recomiendo. Una curiosidad: los episodios del “Chavo del Ocho” que fueron gravados en 1978 en Acapulco, fueron los últimos que contaran con la presencia del personaje Quico, que no volvió a participar de la serie. Una pena, porque en mi opinión él era uno de los más divertidos.

Gracias amigos y hasta el próximo texto.

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