¡Muy buenas currantes!
¡Vaya semanita más movida! Entre todas las tareas que tenemos que hacer, los plazos que tenemos que cumplir, ya casi no nos queda tiempo para reciclarnos en los procedimientos didácticos. Fue pensando en eso que decidí traer un decálogo para aquel profe que tiene que enfrentarse con el uso de las nuevas tecnologías en el aula. Sobre todo ahora que tenemos que elaborar unas actividades con unos vídeos. A continuación podéis encontrar unas sugerencias que, ojalá, os sea de gran ayuda.
1. Parte de la experiencia adquirida, del sentido común y diseña las actividades siguiendo rutinas claras en las que tomes en cuenta aspectos como estos: definición del tipo de objetivo (gramatical, léxico, sociocultural) y de las destrezas que se van a poner en juego, definición del grupo, tiempo requerido por los alumnos, tiempo requerido para la corrección, nivel de exigencia y nivel de lengua, momento de la clase en que se inserta la actividad, integración de la actividad en el curso, en fin, todos los aspectos necesario al describir cualquier actividad que hace uso de recursos tradicionales
2. Haz cosas útiles, motivadoras, dinámicas, que lleven a algo, que tengan un objetivo de aprendizaje claro, que tengan en cuenta la diversidad de tus alumnos, sus intereses y capacidades. No hagas las cosas para impresionar o por el gusto de usar recursos informáticos. No sometas a tus alumnos a grandes despliegues de medios. Si los recursos informáticos no aportan nada sustancial, si no mejoran la interacción o no hay una evidente mejora del discurso producido o no aumenta la motivación de tus alumnos, quizá es mejor realizarla como siempre la has hecho. Define objetivos claros de aprendizaje y adquisición, y calcula bien los riesgos de hacer la actividad por medio de recursos electrónicos. No olvides que "The medium is not the message" (Nunan)
3. Busca siempre una relación clara, práctica y coherente entre los recursos electrónicos, los objetivos que te marques y una dinámica, siempre que sea posible, basada en el aprendizaje colaborativo: calcula la interacción de manera que la adquisición o la práctica de la lengua meta estén garantizadas no sólo por el objetivo de la tarea que se va a realizar sino por toda la negociación de significado y de la propia tarea que se necesita para llevarla a cabo. Haz un uso apropiado de cada recurso, no todos sirven para todo, cada uno tiene sus posibilidades y sus limitaciones, tenlas en cuenta, y si no las conoces, descúbrelas antes de plantear la actividad a tus alumnos.
4. Define claramente el papel del profesor, el tipo de feedback, el estilo de su discurso, su papel en relación con el recurso utilizado: por ejemplo, podrá ejercer más control en el chat, mientras que actuará más como guía en el intercambio de correos electrónicos, etc. Calcula también el tiempo que necesitará tanto para dinamizar la actividad, como para corregir los resultados y enviar feedback a los alumnos.
5. Busca generar en los alumnos un discurso lo más real posible dentro de situaciones lo más comunicativas posible, susceptible de ser analizable después. Si lo que se produce es demasiado temporal, ni tú ni tus alumnos podrán apreciar los resultados de la actividad. Intenta crear contextos de uso en los que los intercambios surjan naturalmente del recurso informático elegido. No fuerces situaciones, no les fuerces a desviarse de lo programado a la búsqueda de recursos más acordes con sus necesidades de expresión o de intercambio.
6. Presta atención a la evaluación del producto, y tenla en cuenta a la hora de diseñar la actividad. Se puede, por ejemplo, realizar la actividad con un grupo de control que permita ver la diferencia con el resultado de la actividad sin el uso de esos recursos, o una evaluación o autoevaluación final, o la corrección del producto. No olvides evaluar también el grado de dificultad técnica que hayan tenido, y su nivel de satisfacción y motivación .
7. Somete la actividad, siempre que sea posible, a algún instrumento de análisis que te permita descubrir errores de diseño, afinar en las insuficiencias, así como aprovechar los aciertos y descubrimientos para posteriores actividades. Si te es posible, haz un resumen de los resultados.
8. Busca siempre el equilibrio entre orientación del tutor y la libertad de acción del alumno, que éste no pierda nunca su autonomía, muéstrale estrategias para resolver sus problemas e insuficiencias, pero intenta que no note tu presencia como una presión.
9. Plantéate el uso de recursos como un entorno educativo distinto al de la clase establece claramente las diferencias y ubica tu actuación en relación con el entorno. No se trata de reproducir sino de implementar mejorando el proceso de enseñanza-aprendizaje.
10. Añade aquí tus consejos aplicables sólo a tu manera de hacer las cosas…Aprovecha las opciones que la realización de tareas electrónicas nos brinda. Ten en cuenta la posibilidad de publicarlas en la red, a través de servidores gratuitos o del centro de trabajo; además de ahondar en la motivación, se convierte en un factor que proporciona mayor sentido al medio elegido: producto final realizado con herramientas electrónicas perdurable en la red.
Bueno, una vez más, saludos a todos.
Aixo.