miércoles, 23 de septiembre de 2009

COMENTARIO CRÍTICO DEL TEXTO: LA ASOMBROSA INTELIGENCIA DE PARIS HILTON

COMENTARIO CRÍTICO DEL TEXTO: LA ASOMBROSA INTELIGENCIA DE PARIS HILTON

La conocida periodista de suceso Rosa Montero manifiesta su desconfianza en los test de inteligencia, los test de Rorschach y los test en general, para presentar su opinión a los lectores a respecto de los resultados del cociente intelectual de Paris Hilton. A través del género periodístico, la autora alude explícitamente a una persona bien conocida del jet set internacional.
El enfoque de la enunciación de este texto argumentativo, que tiene una estructura de cinco párrafos, está presente en el mismo título, en el cual Rosa Montero establece con ironía el tema que tratará: La asombrosa inteligencia de Paris Hilton. La utilización del adjetivo calificativo asombrosa es un recurso de modalización que subjetiviza la intención despreciativa de la autora y deja claro su punto de vista desde el inicio del discurso.
En el primer párrafo se distingue el concepto de lúdico que la periodista otorga a los test en general, expresando una idea principal de desconfianza en todos los test: No están mal como juego. (l. 2-3). Nunca me he fiado gran cosa de los test de inteligencia (l. 1). Esto se confirma en el segundo párrafo: Siempre sospeché, pues, que estas pruebas eran una tontería, pero ahora ya estoy segura de ello (l. 7). También en este párrafo el enunciado tiene un tono específico, pues es desarrollado con ironía y expresiones despectivas y exageradas al referirse a la inconmensurable petarda de Paris Hilton (l. 8). Con un registro coloquial, íntimo, Rosa Montero conversa familiarmente con los lectores, invitándolos a estar de acuerdo con sus consideraciones: Y convendrán conmigo que si Paris Hilton es una superdotada entonces cualquier cosa puede ser posible (l. 10) y deja evidente que si Paris es una superdotada, con 132 puntos de resultado en los test, surge una duda, que involucra una reflexión con dos posibilidades: Claro que a lo mejor Paris le ha comprado los resultados del test a alguna chica lista; o puede que sea que papá Hilton quien se los haya regalado (11-12). Quienes tienen de todo suelen demostrar caprichos raros. (l. 14).
A seguir, en el párrafo tres, Rosa Montero comparte sus suposiciones con los lectores y compara los resultados de Paris Hilton (132 puntos) con otra personalidad del mundo artístico: Madonna (140). También compara la falta de sensatez y buen sentido: aunque mucho menos mentecata que Paris, tampoco parece como para tirar cohetes (l. 16-17). La periodista busca la empatía de los lectores al utilizar las oraciones interrogativas para demostrar que no es necesario ni importante ser superdotado: Pero quién demonios quiere ser superdotado, si los superdotados son así? No medirán en realidad estos test otra cosa, como el narcisismo, la superficialidad o el delirio egocéntrico? (l. 17-19). Debemos convenir que la autora no economiza ironía ni tono despreciativo al referirse a la inteligencia de Paris Hilton y de Madonna.
En el cuarto párrafo Rosa Montero avanza en su exposición del tema, trayendo informaciones y haciendo uso de la intertextualidad al referirse directamente al Libro Guinness de los Récords. Pero lo hace de modo despectivo y desdeñoso: lo dice el Libro Guinness de los Récords, que es el sitio perfecto para estas tonterías (l. 22-23). Dentro del conocimiento enciclopédico también menciona Einstein, reconocido por su inteligencia excepcional, pero que sólo rondaba al parecer los 150 puntos (l. 31). En este párrafo la autora compara la inteligencia de Einstein con la escritora Mailyn vos Savant con 228 puntos de cociente intelectual, pero que no parece que haya hecho gran cosa con su superferolítico cerebro (l. 23-24). El uso de este adjetivo exagerado subjetiviza la intención de la autora de contrastar la actividad productiva del genio renombrado con una escritora cuya obra es pulida y afectadamente delicada, nada más. De modo constante, el texto desarrolla una progresión que consigue, en el final del cuarto párrafo, una reflexión de valores: Para ser un artista no basta con el talento; al contrario, he visto a mucha gente genial perderse para siempre y no hacer nada, mientras que otros menos dotados, pero más perseverantes, más disciplinados y con la suficiente humildad como para saber aprender, han terminado siendo grandes artistas. (l. 26-29).
En el quinto y último párrafo, la cohesión se manifiesta con el conectivo lexical Y esta misma reflexión puede aplicarse a todos los demás campos de existencia (l. 30), y permite a Rosa Montero
la explanación de sus últimas consideraciones. El tema de los test de inteligencia y la improbable dotación intelectual de superdotada de Paris Hilton y otras personas como ella se expande, adquiere mayores contornos, abarcando la sabiduría, la madurez y la sensatez humanas. Nuevamente hay una referencia explícita a conocimientos enciclopédicos al citar el famoso náufrago Robinson Crusoe, que relató sus memorias, comparando Paris Hilton que vive tan aislada dentro de su ombligo ególatra como Robinson Crusoe en su isla desierta (l. 42).
Existe en el texto una variación lingüística de registro, que puede ser ejemplificada a través del uso coloquial, íntimo, con características de la oralidad: ya saben (l. 1), Pero quién demonios quiere ser superdotado? (l. 17), se me ocurre (l. 43). También se usan expresiones más formales: Una inteligencia abstracta capaz de resolver formidables problemas algebraicos no es nada en la vida si no se humaniza (l. 30-31).
Se distinguen en el texto algunas voces. El autor real, Rosa Montero conversando con sus lectores reales en primera persona, usando deixis personal: lo que yo entiendo (l. 37), son capaces de iluminarte la vida (l. 34). Enunciadores: el señor Hilton y su hija supuestamente dialogando, en estilo directo: “Que quieres para tu cumpleaños, nena?”, “Un cociente intelectual de superdotada, porfa.” Está inserido también aquí el uso de lenguaje familiar, coloquial nena, porfa (por favor).
Se observan elipsis en los siguientes ejemplos: No están mal como juego (l. 2-3), siempre sospeché (l. 7), Cuánto más vieja soy (l. 24, sé bien (l. 25), he visto (l. 27), Somos animales (l. 28). En este último ejemplo vemos el lector inscripto en el texto por el uso del plural globalizado, el verbo en la primera persona del plural.
Rosa Montero pone en duda la credibilidad de los resultados de los test de cociente intelectual: Siempre sospeché, pues, que estas pruebas eran una tontería, pero ahora yo estoy segura de ello: acabo de leer en los periódicos que la inconmensurable petarda Paris Hilton es, supuestamente, una superdotada (l. 7-8), y la Hilton, dicen, sacó 132 (l. 9-10). Sus dudas se acentúan al usar la modalización oracional interrogativa No medirán en realidad estos test otra cosa, como el narcisismo, la superficialidad o el delirio egocéntrico? (l. 18-19). La autora manifiesta la intencionalidad del discurso, hacer pensar a sus lectores respecto de los defectos y la frivolidad. Con un lenguaje de función apelativa usa recursos lingüísticos destinados a persuadir: Pero quién demonios quiere ser superdotado si los superdotados son así? (l. 17). Y convendrán conmigo que si Paris Hilton es una superdotada entonces cualquier cosa puede ser posible, desde la cuadratura del círculo hasta la existencia de las hadas (l. 10-11). Es enfática la expresión de imposibilidad de que Paris sea superdotada, así como es imposible un círculo ser cuadrado o que seres imaginarios dotados de poder mágico, como las hadas, puedan existir.
Rosa Montero considera la mente humana un receptor y elaborador impreciso e incierto (l. 5) de cosas escondidas, una trastienda mental (l. 5), cuya medición es tan improbable que parece un empeño peregrino como pretender contar las gotas de agua del océano (l. 5-6). Esta frase hecha, que revela el ansia de la humanidad de conseguir imposibles, refuerza la intención de demostrar a los lectores lo que ha sido enunciado.
El uso del sustantivo superdotado (aparece seis veces en el texto) tiene una connotación peyorativa y conduce progresivamente la narrativa para el análisis que la autora realiza en el último párrafo. Exalta las cualidades de personas sin estudios, ni títulos, ni grandes conocimientos intelectuales y que, sin embargo, son capaces de iluminarte la vida (l. 34-35).
Rosa Montero comparte con los lectores, a través de una complicidad que se fue entretejiendo a lo largo del texto, un tema trascendente, como el comportamiento humano y el convivio social. Prefiere el uso del adjetivo sabia para referirse a la persona humanizada: lo que yo entiendo por ser una persona sabia es justamente alguien así: alguien que ha vivido, que ha visto, que ha escuchado, que ha reflexionado y ha aprendido. (l. 37-38). Esos son los verdaderos valores humanos y tal vez sea eso, entre otras cosas, lo que le falta a Paris Hilton (l. 41).
El texto deja como conclusión lo que realmente importa en las personas: El proceso de maduración de los humanos pasa necesariamente por esa actitud social y emocional; pasa por intentar entender los propios sentimientos y los de los demás. (l. 38-39), pues somos animales sociales y no hay vida digna de llamarse así si no se vive de alguna manera junto con los otros. (l. 40-41).

3 comentarios:

  1. Bueno mi amiga argentina, ha sido un placer haberme contemplado con la lectura de tu texto.He percibido que seguistes en línea progresiva todo tú comentario." En el primer párrafo se distingue el concepto de lúdico que la periodista", o sea, una óptima perpectiva para seguir una técnica invidiable."La periodista busca la empatía de los lectores al utilizar las oraciones interrogativas para demostrar que no es necesario ni importante ser superdotado." Una brillante deducción amiga.Tu comentario sobre el adjetivo usado por Rosa Montero,"superferolítico cerebro":El uso de este adjetivo exagerado subjetiviza la intención de la autora de contrastar la actividad productiva del genio.-esta estupendo. "Nuevamente hay una referencia explícita a conocimientos enciclopédicos al citar el famoso náufrago Robinson Crusoe, que relató sus memorias, comparando Paris Hilton que vive tan aislada dentro de su ombligo ególatra como Robinson Crusoe en su isla desierta" (l. 42).-Me vas a perdonar pero tendré que decirte que la relación inferencial que hiciste está "cojonuda".Yo podría decirte mil cosas más y todas buenas...pero perdoname que no puedo extenderme mucho.Pero como tu comentario no hay otro igual.Felicidades.

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  2. Elisa,

    En primer lugar te felicito por tu comentario que está digno de ser llamado "académico", sobre todo por causa de la densidad de contenidos que aborda.

    Tengo duda si, pensando justamente en el lenguaje académico en el que se debe privilegiar la objetividad en el lenguaje, sería necesario escribir "conocida de suceso", ¿una persona conocida nos es consecuentemente exitosa, para bien o para mal? Creo que uno solo do los vocablos sería suficiente para que pudieras transmitir el mensaje pretendido.

    Otra consideración que yo podría hacer es que me pareció muy interesante que utilizaras los paréntesis señalando las líneas correspondentes a tus citaciones. Este recurso es didáctico y ayuda la lector. Por lo tanto es conveniente a textos, como dije yo, académicos. Sin embrago ¿no sería más visualmente produtivo si pusieras las citaciones entre comillas? Creo que eso facilitaría la lector para que él pudiera reconocer tu discurso y el de Rosa Montero claramente.

    Por fin te felicito una vez más por el buen contenido que pudiste explotar en tu texto y te pido que me perdones por los errores de lengua en mi comentario y que me conteste por si no estás de acuerdo a lo que expresé en las líneas arriba.

    ¡Que tengas muchas más éxitos!

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  3. Elisa,

    No pude borrar el comentario anterior que está peor que éste. Te publico el nuevo corregido y lo borro el otro tan pronto como sepa cómo hacerlo.

    Perdoname,

    Elisa,

    En primer lugar te felicito por tu comentario que está digno de ser llamado "académico", sobre todo por causa de la densidad de contenidos que aborda.

    Tengo duda si, pensando justamente en el lenguaje académico en el que se debe privilegiar la objetividad en el lenguaje, sería necesario escribir "conocida de suceso", ¿una persona conocida nos es consecuentemente exitosa, para bien o para mal? Creo que uno solo do los vocablos sería suficiente para que pudieras transmitir el mensaje pretendido.

    Otra consideración que yo podría hacer es que me pareció muy interesante que utilizaras los paréntesis señalando las líneas correspondentes a tus citaciones. Este recurso es didáctico y ayuda la lector. Por lo tanto es conveniente a textos, como dije yo, académicos. Sin embrago ¿no sería más visualmente produtivo si pusieras las citaciones entre comillas? Creo que eso facilitaría la lector para que él pudiera reconocer tu discurso y el de Rosa Montero claramente.

    En seguida yo te preguntaría: ¿qué quisiste expresar com las siguientes palabras?: la cohesión se manifiesta con el conectivo lexical Y esta misma reflexión puede aplicarse a todos los demás campos de existencia


    Por fin te felicito una vez más por el buen contenido que pudiste explotar en tu texto y te pido que me perdones por los errores de lengua en mi comentario y que me conteste por si no estás de acuerdo a lo que expresé en las líneas arriba.

    ¡Que tengas muchos más éxitos!

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