jueves, 16 de abril de 2009

Una situación delicada

Estaba reflexionando sobre lo que iba a escribir y me acordé de un tema muy polémico que, hace algunos meses, creó un malestar diplomático entre Brasil y España : la deportación de brasileños que iban a España. No sé si los medios de comunicación exageraron en los reportajes, pero muchas entrevistas con algunos deportados que mostraron en la tele fueron muy verdaderas (creo); había estudiantes que iban a presentar trabajos científicos y no lograron entrar en el país.
Pienso que la deportación de brasileños en España es un poco complicada porque esto que pasó es el reflejo de decisiones tomadas hace muchos años. Además de eso la situación económica de los países amplía ese problema.
Antes, en muchas naciones ricas, la política era abrir las puertas para los inmigrantes, para "los hijos huérfanos" del tercer mundo; eso significaba mano de obra barata sobre todo para los servicios que exigían poca calificación. Una asistente social francesa me dijo que en Francia, principalmente en las décadas 60 y 70, fábricas de coches aceptaban millares de africanos para que trabajaran en ellas. La llegada de estos africanos y sus familias (mujeres y muchos hijos) era facilitada por el gobierno. Eso pasó también en otros países europeos. En Estados Unidos, muchos mexicanos y sudamericanos van allí para" cambiar de vida". Así, los países ricos representaban (todavía representa, pero ya hay grandes cambios en esa visión) una otra forma de vivir para la gente de los países pobres o en desarrollo _ son sinónimo de buenas condiciones de vida, o sea, una buena asistencia médica, trabajo, dinero, seguridad...
Pero, hoy, lo que pasa es que la inestabilidad económica, el paro, la desigualdad social y otros problemas de este orden son un gran mal en los países desarrollados. De esa manera, las puertas que estaban abiertas se cerraron; Europa y Estados Unidos quieren resolver sus problemas y, en general, rechazan así cualquier "organismo extraño/extranjero" porque, a principio, representa más problema. Como España está en la lista de esos países, creo que el gobierno español adoptó esa idea. Hace más o menos un año, según los noticieros, muchos brasileños que iban a España a paseo o a trabajo eran identificadas como una amenaza. Las autoridades en los aeropuertos, sin respeto y sin una investigación más seria y detallada (creo) sobre lo qué los brasileños iban a hacer en España, actuaban de manera poco ética y deportaban ciudadanos inofensivos para el país. De esa manera el gobierno brasileño decidió adoptar la política de reciprocidad, o sea, las autoridades brasileñas iban a hacer una represalia igualmente rigurosa con los españoles. Hoy, no escuchamos más ese tema polémico con relación a Brasil y España. Parece que las cosas han mejorado un poco.

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